Memento Mori (1746).
Grabado en Piedra situado en la Iglesia Parroquial St Cuthbert de Edimburgo
Memento mori en latín significa 'Recuerda que morirás' nos
exhorta a recordar nuestra mortalidad como ser humano. Suele utilizarse para
identificar el tema frecuente en el arte y la literatura en el que se trata de
la fugacidad de la vida.
La
frase tiene su origen en una costumbre de la Antigua Roma, aunque su origen podría
situarse en los sabinos, pueblo ganadero que habitaba las colinas cercanas a
Roma en el Lacio, se ubicaron al oeste de los Montes Apeninos, ocupando toda la
ribera este del río Nera y a ambos lados del Velino (Velinus), hasta llegar al
Tíber y el Aniene (Annio) en el sur.
Cuando
un militar desfilaba victorioso por las calles de Roma, un siervo lo hacía tras
él encargado de recordarle durante el trayecto, las limitaciones de la naturaleza humana, con el objetivo de
impedir que cayera en la soberbia y pretendiese usar su poder, ignorando sus
limitaciones.
Para
ello pronunciaba la siguiente frase: “Respice post te! Hominem te esse memento!” Mira tras de ti! Recuerda que eres un hombre.
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